El juego es una actividad fundamental en el mundo de los niños. A través de él, el niño estimula su imaginación, aprende, juega, se divierte y se entretiene, a la vez que desarrolla múltiples aspectos tanto físicos como psicológicos. Por lo tanto, el juego y el juguete son fundamentalmente herramientas de aprendizaje muy necesarias para el niño, porque a través de ellos desarrolla habilidades y se educa, incorporando las costumbres del mundo que le rodea y aprendiendo a relacionarse social y pedagógicamente con otros niños, así como las manualidades también tienen múltiples beneficios.
El “idioma” del niño es el juego, por lo que a veces cualquier objeto, cualquier cosa que se encuentre puede servir para mantenerlo entretenido, mientras lo observa, lo explora y lo manosea (unas pinzas de colgar la ropa, un vaso de plástico…).
Por ello, un juguete es verdaderamente un juguete si reúne, al menos, estas características:
- Si estimula el desarrollo, el aprendizaje, la formación, la imaginación y la creatividad.
- Es motivador, divertido y placentero para el niño.
- Implica hacer, convivir o participar con otros niños.
- Si a través del juguete los niños exploran, descubren, aprenden e interactúan con otros objetos.
Es sumamente importante que la elección del juguete vaya acorde a la edad del niño, pues en cada etapa de desarrollo presenta habilidades y destrezas diferentes. Si le damos a un niño pequeño un juguete para un niño de mayor edad, puede sentirse frustrado porque no lo va entender y no lo usará. En el caso contrario, si le regalamos un juguete para pequeños a un niño mayor se aburrirá e igualmente acabará dejándolo de lado. Por lo que, atendiendo al grupo de edad de los niños, los juguetes más adecuados para cada etapa infantil son:
- Juguete sensorial (De 0 a 12 meses). Se caracterizan por ser juguetes blanditos, con texturas y colores diferentes, con luces y sonidos, que estimulen y ejerciten sus sentidos: ver, sentir, escuchar, tocar, morder y sostener, como móviles de cuna, carrillones musicales, mordedores, mantitas de actividades, libros de tela…
- Juguete apilable y encajable, de arrastre (De 1 a 2 años). Juguetes de manipulación y construcción sencillos que contribuyan al aprendizaje de la coordinación del cuerpo, como por ejemplo cubos o bloques de construcción, juguetes con ruedas que puedan arrastrar, libros con hojas gruesas e imágenes coloridas y vistosas…
- Juguete sensoriomotor (De 2 a 3 años). Juguetes caracterizados por movimientos motores repetitivos, para pintar, de movilidad, musicales, donde el bebé pueda ejercitar sus sentidos como escuchar, sentir, tocar, sostener…, como por ejemplo instrumentos musicales sencillos como pandereta, tambor, xilófono… o de movilidad como correpasillos, bicicleta sin pedales…
- Juguete simbólico (De 3 a 5 años). el niño comienza a interpretar el mundo y sus símbolos. Aparece la capacidad del lenguaje y la capacidad de fingir. El juego imita la realidad. Los juguetes indicados para esta edad pueden puzles, disfraces, cocinitas, coches, triciclos, pinturas de dedos…
- Juguete de reglas (De 6 a 7 años): El juego se vuelve más social, más interactivo, organizado, más al aire libre. Integrando los conceptos de cooperación y competición. Para esta etapa los columpios, bicicletas, pelotas, patinetes… son muy importantes, además de los juguetes educativos con números y letras donde el niño pueda comenzar a familiarizarse con ellos y aprender a formar sus primeras palabras.
- Juguete social (A partir de 7 años). Implica una mayor interacción, cooperación, intercambio social, competición y comprensión de reglas entre los niños. Se inician en los juegos deportivos como futbol, natación, tenis… en los juegos de mesa como parchís, dominó, cartas…
Todo ello sin olvidar que un mismo juguete, en un entorno físico y personal cambiante o en distintas edades, puede generar diferentes juegos y con ellos diferentes aprendizajes para el niño.
Producción de juguetes en el mundo
El mayor mercado de juguetes del mundo, con 12.000 empresas de fabricación y 130.000 trabajadores, se encuentra en la ciudad china de Chenghai, lo que convierte a este país asiático en el primer productor y exportador de juguetes del mundo. Dos de cada tres juguetes a la venta se fabrican en este país asiático. Tras él se sitúa la Unión Europa, donde España con una larga tradición en la fabricación de juguetes tradicionales y unos ingresos por ventas en el año 2019 que alcanzaron la cifra aproximada de 1.640 millones de euros, ocupa el tercer lugar tras Alemania e Italia.