Hace ya algunos años desde que, por suerte, la sociedad se empezó a concienciar acerca de la gran importancia que rodea a la salud mental de las personas. Este asunto nunca fue bien tratado por regla general en ningún sitio y, aunque es verdad que hemos empezado a valorar este asunto y a reconocer su importancia, no es menos cierto que hablamos de un tema que todavía necesita que se invierta más en él: más tiempo, más dinero, más profesionales. Tenemos un amplio margen de mejora por cumplir todavía en este sentido.
Está claro que si este tema se ha puesto de moda es a causa de que nuestra salud mental es mejorable. Y nos atreveríamos a decir que es bastante mejorable. Estamos sometidos a una enorme dosis de estrés y de ansiedad. Y no es fácil vivir con estas sensaciones pegadas continuamente a nuestro cuerpo y a nuestra cabeza. Las implicaciones de una serie de cuestiones como esta hacen que la vida sea mucho más complicada y que esa calidad de vida y ese bienestar que tanto perseguimos no lo podamos conseguir en muchas ocasiones. No cabe duda de que eso es un problemón para cualquiera.
En una noticia que fue publicada por el diario El País el año pasado se informaba de que España se encontraba en una especie de terapia porque los casos de ansiedad o estrés se habían multiplicado por tres e incluso por cuatro desde el inicio de la pandemia. No cabe duda de que la situación que nos ha tocado vivir ha sido realmente grave y que hemos tenido todos los problemas habidos y por haber como consecuencia de las restricciones y del confinamiento. Y es que, a nivel social, económico y mental, la pandemia ha sido muy dura para todos y todas.
España no es, sin embargo, el único país de Europa que se ha enfrentado a este tipo de problemas. En una información que vio la luz en la página web de El Periódico se confirmaba que la crisis general que estaba padeciendo la salud mental estaba preocupando a diferentes países de nuestro continente. Y es algo lógico y normal. Cuando la gente no es feliz, lo que es humano es intentar poner todos los medios para hacer posible que la tendencia se revierta. Si no es así, la sociedad será un lugar mucho peor.
Estamos en un momento difícil desde el punto de vista de la salud mental de la gente. Hemos pasado por una pandemia y ahora estamos sufriendo las consecuencias de una guerra. Llevamos dos años bastante complicados y eso tiene consecuencias para nuestra mente. Los profesionales de Escuela de Crecimiento nos han trasladado que el interés por la formación en una materia como la salud mental ha crecido de un modo exponencial ya no solo desde 2020, sino desde algunos años antes. Sin duda, estas son buenas noticias para un sector que necesita buenos profesionales para cuidar de la salud mental de una población que ya ha sufrido demasiado.
Un tipo de salud que no podemos descuidar
Estamos en un momento en el que estamos descubriendo muchos problemas de salud que no teníamos en consideración hasta hace algunos años. La salud mental es uno de ellos. Y los problemas ocasionados por la contaminación, problemas de índole mayormente respiratorio, también están en estudio constante en los tiempos que caracterizan la actualidad. Ninguno de los dos aspectos deben ser descuidados y estamos seguros de que, de cara a los próximos años, vamos a seguir descubriendo algunas cuestiones y datos relacionados con una y otra materia.
Lo que parece evidente es que la salud mental va a seguir causando estragos en un montón de cabezas en los tiempos que están por venir. Está claro que hay que poner toda la carne en el asador para intentar que los efectos de este tipo de problemas sean menores, pero también hay que intentar prevenir todos los asuntos relacionados con esta salud mental. Es muy difícil controlar la ansiedad y la depresión, y habrá que procurar hacer todo lo posible por intentar ponerle coto a los efectos de estas dos cuestiones. Si no, como ya hemos comentado, la calidad de vida de la gente se verá reducida hasta límites que no habríamos ni tan siquiera imaginado.
Han sido muchas las personas que, a lo largo de su vida, han padecido los efectos de la ansiedad, el estrés o la depresión y no han tenido la oportunidad de controlar o luchar contra su mala salud mental. Precisamente por eso, ahora que tenemos acceso a algunos modos de combatirla, es nuestra propia responsabilidad luchar para conseguir un estado de salud mental que de verdad haga posible que nuestra vida sea mejor. Ojalá que podamos hacerlo posible entre todos y todas.